NO LLORES MI NIÑA…
NO LLORES MI NIÑA…
I
No llores mi niña
Me decía Mamá
Cuando pequeña
Tenía pena; yo no sé porqué…
¿No ve mi linda que Mamá está aquí?
Y eso era raro, porque yo no era llorona
Mamá me decía que yo no lloraba
Mas que cuando tenía hambre.
II
No llores mi niña
Me decía Papá,
Que me hace mal
Oírte llorar.
III
No llores mi niña
Me decía Mamá
Cuando era adolescente
Y que raras veces lloré.
No llores mi niña
¡Que se te van a hinchar los ojos!
IV
Qué hubiese dicho mi padre
Si el día de su entierro
Cuando el ataúd bajó
a la tierra sombría y oscura
Y que mis alaridos
Rompían en jirones el aire
No, no era llanto
Porque ese día no lloré
Eso no era llanto
Mis gritos
No eran llanto
Era el pavor de lo irreversible.
Y mis gritos
Se quedaron para siempre
en el fondo de su tumba.
Yo tenía veinticinco años.
Nadie, nunca más nadie me hizo llorar.
Porque yo no era llorona.
V
No llores mi niña
Me decía Mamá.
¿No ves que Mamá está aquí?
Pasaron treinta y cinco años
En los que nunca más lloré.
VI
A mis cincuenta y nueve
El aire volvió a quebrarse
Como un cristal
Estallando en mil pedazos
No lloré
Mis alaridos
Reventaron de nuevo el aire
Esta vez en tierra inhóspita y extraña
En un pedazo de tierra prestado
En un cementerio fangoso
De tierra húmeda, fría,
pidiendo el permiso
De morir y de quedarse allí
por cinco años y un día.
Yo estaba sola
Completamente sola
Ante el hueco que iba a ser su primera tumba
Nadie me acompañó al entierro
Porque he sido siempre sola.
VII
Ese día
No lloré
Di alaridos incontenibles
Ante el pequeño ataúd,
la pequeñita cajita
Que recibió
Su cuerpecito
Luego de ser torturado
Por ese traidor asesino
Por esos tres cómplices asesinos.
VIII
Y me decía … ¿Es en eso en lo que ha quedado Mamá?
¿A eso me la redujeron?
Mamá estaba irremediablemente muerta.
Ya no era para nunca más mía, solamente mía.
El cordón fue para siempre cortado
Sólo a los cincuenta y nueve años.
IX
Me la arrebataron
Con garras filudas
Que se enterraron
Implacables
En su cuerpo
Sufriente
En una necrosis galopante
Esa fue su muerte
Dada por ese pérfido asesino
y sus tres cómplices
asesinos hospitalarios del XX ème.
X
Yo, en la superficie de la tierra
Para siempre sola
Frente al hueco fangoso
Que los sepultureros abrían
cada vez más profundamente
Ante mí, desesperada,
Plantada allí, hierática, sola,
en la superficie de la tierra
Obligada a seguir viviendo
Miraba con terror
De qué manera se afanaban
preparaban su tumba,
dando golpes rápidos
Con sus palas.
Mamá esperaba encerrada en su cajita
La habían puesto
En un pequeño ataúd
Esperando, al borde del hueco
Del que sería su primera tumba…
Esperando encerrada en esa pequeña cajita
Que la bajaran en plena tierra fangosa y húmeda.
XI
No llores mi niña
No tenga pena mi linda
¿Que no ve que Mamá está aquí?
XII
Por favor mi niña
No llores más
Que me hace mal oírte llorar
Me decía Papá…
XIII
¿Qué no ves Papá que ya no lloro nunca más?
¿Qué no ves Mamá que ya no lloro nunca más?
Nadie ni nada nunca más puede hacerme llorar.
Nada puede hacerme llorar.
Carmen Florence Gazmuri Cherniak
1 de Noviembre de 2022
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