LO IMPORTANTE ES ESTAR LISTA
LO IMPORTANTE
ES ESTAR LISTA
«Es necesario sesenta años para formar un hombre…luego él está listo nada más que para morir.
André MALRAUX
La condición humana
“ […] Il est probable qu’en vieillissant ce soient les « ratés », dépossédés de toute illusion, qui s’avisent en plus grand nombre du temps qui passe. De même en général ; c’est l’insuccès, nommé ainsi, mais qu’il serait plus exact d’appeler irréussite dans le monde, qui dispose les hommes à se poser les dernières questions. »
Jean AMERY
Du vieillissement
Révolte et résignation (P.39)
A mis dieciséis años, mi padre me llamó a su escritorio y me dijo:” ven aquí mi chiquilla, tengo que decirte algo, voy a enseñarte a escribir cartas, porque yo ya estoy viejo y en cualquier momento puedo morir, quiero dejarte con un diploma para que te ganes la vida, seas independiente y que jamás llegue la justicia a tocar tu puerta, pronto te quedarás sola y deberás saber sacar toda la fuerza de nuestros caracteres para luchar sola en la vida; la vida es una jungla, el pescado grande se come al pescado chico, no lo olvides”.
Hernán GAZMURI tenía en ese entonces setenta años.
Creo que le he sido fiel, he hecho todo lo posible e imposible por seguir sus consejos, si he fallado y cometido faltas es porque llegué a Francia, en tierra ajena e inhóspita, la construcción de nuestra vida avanza por caminos empedrados y arenas movedizas; el no dejarse aglutinar es ya un éxito. No me exijan más.
En enero próximo cumpliré sesenta nueve años, es un espanto como se me fue la vida en un soplo…Mi padre me decía lo mismo: “la vida se me fue volando”, ahora es mi turno para deciros que la vida es un engaño.
Y, soy yo la que ahora me preparo tal como mi padre estaba listo para morir a sus setenta, la tragedia de su muerte le llegó, nos llegó a sus setenta y nueve años y de manera repentina, un día antes, estábamos jardineando, plantando y ocupándonos juntos del jardín; le llegó de repente una peritonitis de la vesícula, un accidente que hubiese podido ser evitado, porque toda dolencia de la vesícula es algo banal que se opera sin dificultad cuando es tratada tiempo. Los periodistas canallas chilenos, justo postmortem, publicaron artículos en la prensa mintiendo descaradamente, que el pintor Hernán Gazmuri había muerto luego de “’una larga enfermedad»; canallas, tuve que publicar inmediatamente un artículo en Las Ultimas Noticias poniendo en claro la verdad. Canallas. Lo mejor que pude haber hecho, en ese entonces es huir de ese país maldito.
Luego de conocer la mafia de la Educación Nacional francesa no me quedó más que decir como Giorgio Manganelli:” hui de los errores de Milán para venir a buscar los errores a Roma”
Si el médico de cabecera de papá le hubiese aconsejado hacerse una radiografía, como hoy en día es una cuestión de medicina preventiva, una cuestión de rutina habría vivido muchos años más; así es como estamos entre las manos de médicos asesinos, lo mismo y peor aún fue lo que ocurrió con Mamá, ese tipo falso médico asesino fue de un acto premeditado y diabólico que le rechazó los cuidados a Mamá. Si ya lo dije todo en mi libro – guion CLARA, es de diferente manera que lo contaré en detalle en mis Memorias.
Esto me sirve hoy, trágicamente para ver donde pongo los pies y por nada entrego mi cuerpo y mi vida a médicos en los que no se puede confiar; sobre todo aquí en Francia que cualquiera se matricula en la Escuela de medicina, luego somos víctimas de la idea desastrosa del “bac pour tous” aquí estamos sufriendo los perjuicios de añazos de política funesta. Los más desgraciados, pésimos estudiantes, carentes de moral y arribistas acceden fácilmente a estudios superiores, la ralea es la mayoría de los estudiantes “universitarios”, son los que una vez recibidos, nos hacen padecer sus errores o sus acciones pérfidas como el médico asesino de Mamá. Estamos rodeados de médicos asesinos y de abogaditos de tercera categoría que deben consultar los códigos a cada instante y que nos hacen perder los juicios por su abismante incompetencia.
Dios me libre de ver uno más de ellos en mi pobre vida, Dios me libre de médicos asesinos y de abogados de pacotilla.
Yo sé casi todo lo que va a ocurrir, porque tengo la intuición de que moriré a los setenta y dos o a los setenta y tres años, cuando termine mis proyectos pictóricos y cuando mi último libro esté escrito y que lo haya publicado.
Después no tendré nada más que hacer aquí. Y será algo bueno el irse.
Es algo así como el ser invitado; las visitas son efímeras y sabemos que, llegado el momento, hay que retirarse, sólo en familia no hay interrupción, es por eso que es abominable que manos asesinas se inmiscuyan y den el toque final para separarnos.
Un artista no tiene más que una obsesión, dejar su trabajo terminado, sabiendo de antemano que el arte no se termina nunca, pero por lo menos que nuestros proyectos avancen y que podamos terminarlos hasta que llegue el fin, no, no hay que hacer literatura, esto es más serio que una frase literaria, es cuestión de experiencia de vida, aquel que no conoce la muerte, que no la ha palpado y que no sabe lo que es tocar la Nada que se calle, no es terreno para advenedizos ni arribistas de la existencia, sí, que se callen y que omitan el darnos consejos, no los necesitamos, somos nosotros los que estamos capacitados para darlos.
Mi segunda obsesión es nuestra concesión funeraria.
Ahora, esta semana publicaré mi ensayo. La Mort en France : politique funéraire de la Terreur.
No tengo nada más que agregar.
Por ahora como cuestión práctica mi preocupación primera es la de comprarme el ataúd, debo dejar todo listo.
Sepan que para cuando llegue el momento estará todo listo.
Testamento, concesión funeraria perpetua, ataúd, mi trabajo pictórico y mi nuevo libro terminado, Memorias, mi vida de Chile a Francia, es mi actual trabajo de escritura que ocupa todo mi tiempo.
Si, sepan que estoy lista.
Carmen Florence Gazmuri Cherniak
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