ALGUNOS VERSOS DE MI NUEVO LIBRO DE POEMAS : LLANTO Y POEMAS DE MUERTE
“ […] Pourtant, je suis encore capable de rêver. Je suis encore capable de faire face au choc du réel par un choc poétique, seul à même de donner une raison à ma vie. Je suis encore capable de témoigner de plus une belle histoire vécue et que je revis simultanément. Que restera-il de tout cela ?
Je ne sais pas. Je ne veux peut-être pas savoir.
Il n’y a plus de place dans mon cœur pour une nouvelle blessure. Je ne veux plus voir s’étioler ce que j’ai couché sur le papier, ce que j’ai écrit sur les murs et dans l’air. Je ne veux plus voir davantage de déceptions. Peut-être est-ce le seul espoir qui me reste : me prémunir contre la déception. »
Mahmoud DARWICH
Je soussigné, Mahmoud Darwich
LLANTO
[…]
Decidí no llorar
Yo podría decir que
En un diálogo
Aéreo
Se tejió el andamio
Del asombro
Y la construcción del desprecio.
Ambivalentes contradicciones
Fueron una primicia de muerte
Y que generó un posible llanto que
Yo decidí matar a cuchilladas invisibles
Llanto que yo decidí cortar de cuajo
Porque no tengo ya más llanto
[…]
Fue como sin saberlo
Entraba ya en la terrible comprensión
Fulminante del desasosiego
Que da la lucidez de la muerte
Que se acerca lentamente
En la punta de los pies…
Él puso ante mí
Con su presencia
El espejo no de mi propia faz
Él puso ante mí el reflejo de la Muerte
Él puso ante mí, años de completa dormancia
El despertar del vegetal dormido
Era la fugaz mirada del corto espacio
Que separa el presente de lo incierto.
[…]
Ves, yo no quiero llorar
Porque no puedo quererte
Decidí crear voluntariamente
Un vacío inmenso entre Tú y Yo
Decidí nunca más llorar
Decidí que no debo llorar
Vastos espacios acuáticos
Infinitos espacios siderales
Océanos de lágrimas y de llanto desgarrante
Con mi Madre muerta en mis brazos
No quedó más espacio
Para otro llanto.
[…]
En ese día fatídico
En que corrí al último espasmo de vida
Ese espasmo de la Muerte
Que me desgarraba y quitaba mi Madre de la Vida
No quiero llorar
Decidí no llorar
Porque ya tuve ese día fatídico
En que corrí
En busca del último respiro de Mamá
Y me quedé sola
Con mi Madre muerta en mis brazos
No quiero llorar
Decidí no llorar nunca más.
Ya dejé lejos de mí todas la lagrimas
y todos los espasmos de sollozos ahogados
Y de alaridos estridentes gritándole a Dios
¡No puede ser!
¡No, no puede ser!
¡Dios mío porqué!
Mientras los sepultureros bajaban
El pequeñísimo ataúd con Mamá dentro
Al fondo de la tierra francesa
Fangosa y negra
Esa tierra francesa donde vinimos a morir
A tiznarnos de aire negro
Donde vinimos escapando de la muerte
Como el cuento de Basora a Bagdad
La Muerte francesa nos dijo, pero
¿Qué han hecho?
Es de vuestra culpa
¡Yo no las esperaba en Chile!
Es aquí en Francia, donde…
¡Yo las esperaba!
Hubiese bastado botar el pasaje de avión a la basura
Y arrepentirnos de venir a París
Tal vez hubiese bastado que Mamá se opusiera para que
Yo le obedeciera
Pero ella estaba tan decidida como yo
Y en Binomio lo que decidía una
Lo obedecía la otra
Siamesas obedientes y apegadas
Del nacimiento al ataúd, no nos quedó
Otra cosa que aceptar, y decidí por esto
No llorar nunca más.
Porque el Amor es llanto
No me queda espacio
Para nuevos sufrimientos
No quiero llorar
Porque tuve mi madre muerta en mis brazos.
Quedé nuevamente y para siempre huérfana
Y, esta vez de veras
Quedé náufraga
Muriéndome
En un océano negro
E insondable como mi pena.
Nadezhda Carmen Gazmuri-Cherniak
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