FRAGMENTO DE MI NUEVO LIBRO DE POEMAS – HOY TENGO TANTA PENA
HOY, TENGO TANTA PENA
A mis padres.
I
Hoy, tengo tanta pena
de saberlos muertos
desaparecidos para siempre
y me es tan difícil
seguir mi camino
desprovista de verdades
vestida de promesas inciertas
contra la corriente.
II
Hoy, me invade una pena terrible
una angustia me cierra la garganta
quiero gritar
y no puedo
El grito queda dentro.
Se ahoga en mi pena
de saberlos muertos.
III
Un peso grave cierra mis párpados
Una pesadez me inmoviliza todo el cuerpo
porque hoy, tengo tanta pena
de saberlos muertos.
IV
La verdad es que mi cuerpo está inerte
La verdad es que si respiro es involuntario
y, que si miro el cielo, me ciega el firmamento.
La verdad es que si camino, bebo y me alimento
una culpa se encierra en el alma
un desasosiego me asalta
ese que me persigue y me angustia
de saberlos muertos.
V
La visita al cementerio
Es por el momento
una visita exterior
que me dice lo imposible.
Y quiero volverte a la vida.
Te hablo y sé que no me escuchas
Miro la losa de nuestra tumba
hermética y reluciente
yo lo sé, dentro de poco
será levantada
para depositarme allí para siempre
pero, ese siempre me es indiferente
yo no sé ni sabré lo que será ese para siempre.
Es una nada inmensa.
VI
Cuando la visita al cementerio sea interna
y, ya despojada definitivamente de todo
me desciendan lentamente
Antes de cerrar la lápida
los sepultureros se apresurarán
en ejecutar el fin.
Estarán solos.
Nadie rodeará nuestra tumba
Los sepultureros
que he pagado de antemano
Se apresurarán en ejecutar el fin.
Y darán el toque final a mi entierro
Con esa reverencia bien estudiada y comercial.
Yo estaré inconsciente.
Pero estaré contigo
Otra vez juntas.
Yo como tú,
Yo estaré
definitivamente muerta.
Muerta.
Esa inmensa nada
Me rodeará sin alegato posible.
¿Sabes?
Mi muerte me es tan indiferente.
Hoy, lo único que me importa
es que tengo tanta pena
de saberlos muertos.
VII
La verdad es que tengo tanta pena
de no poder hablarles
para conversar de todo eso
y pedirles consejos
discutir de esto y de aquello
que nos importaba tanto,
y, es por esto
que quiero partir lejos
muy lejos de aquí y no puedo
quiero abrir la puerta y escaparme
quiero correr a toda prisa,
quiero volar
¡Y dicen que se han interrumpido los vuelos!
Y, dicen que no se sabe hasta cuando se deberá esperar
Esperar…
Yo no puedo esperar
Se acabaron los plazos
Se acabó el espacio que parecía infinito.
Ya no se cuentan los años.
Ahora la medida se reduce a unas cuantas horas
Ajadas y ruinosas.
Ahora la espera se reduce a unos escasos y míseros minutos
que se escurren para volverse segundos.
VIII
Se acabaron las esperas.
La verdad es que ya no espero
La verdad es que cuando miro el cielo
nubes negras amenazan tempestades
noches frías y lluvias torrenciales.
IX
El sol de la infancia
Se fue en busca de otros parajes
para iluminar otras infancias
Es por eso que tengo tanta pena.
X
Y, no puedo escaparme.
Si me fuese por vía terrestre
Sería un trabajo vano
dicen que la ruta ha sido cerrada
no se sabe por cuanto tiempo.
Y, yo quiero caminar rápido
pero no hay ruta definida
y debo quedarme aquí, sentada, esperando.
Es por eso que tengo tanta pena.
Quiero caminar muy rápido.
Siempre quise andar rápido
como siempre quise vivir
y, saltarme las etapas.
Mi premura por vivir
Era justificada llena de verdades librescas
muy bien aprendidas
cuando joven esperanzada
repetía de memoria procuraciones pictóricas
hecha filigrana de recuerdos parisinos.
Y, yo vivía de frases líricas
Fueron todos esos motivos intangibles
Mortalmente mutilados.
Es por eso que tengo tanta pena.
De saberlos muertos.
Carmen Florence Gazmuri Cherniak
In, POEMAS DEL FIN
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